martes, junio 08, 2021

La Bruja


Hoy un niño me gritó desde un auto "¡bruja!". Por un momento deseé que chocara el carro en la esquina y que el mocoso saliera volando por la ventana, se le cortara el brazo, o yo que sé. Pero luego pensé que con esos padres y la educación que esta recibiendo tendrá un mejor castigo de adulto, cuando esté divorciado y con deudas. Pobres de sus papás, verla andar así por la calle; si yo viera a Pablito así ¡me daría un infarto! ─Pablito, mira a esa muchacha, si algún día te vistes así, te desheredamos, ¿verdad querido?─ ¡Sabrosa! Y que buenos pomelotes. No me importa que sea "darqueta", mientras más tatuajes más locotas están; cualquier cosa es mejor que esta vieja aguada... ─Sí mi vida, ¡te vas a la calle, eh!─ ¡Qué bonita muchacha! Cuando sea grande quiero vestirme así, como en la caricatura de Castlevania; quiero ser un vampiro, o mejor aún, ¡Alucard! Me pregunto a que edad puedo ponerme un tatuaje; me gustaría una daga envuelta en dos serpientes negras, que estén saliendo por los ojos de una calavera... ¡Ay! Que lata con mis jefes ─¡Bruja!─. A ver si con eso se alivianan. Ojalá un día la conozca en persona y le pueda pedir perdón. A lo mejor hasta quiera ser mi novia.

2 comentarios:

Feliponcho dijo...

1. sabroza es con "s"
2. qué con acento
3. no hagas caso de la distinción entre pensamientos y lo que dicen. Asi esta en otros cuentos.
4. tal vez hacer el nudo mas interesante

Feliponcho dijo...

Para un varón, estar divorciado y en quiebra es de los peores males que se les pueda desear. El nudo de este cuento radica en la catársis del grito -!bruja!-. La intención es causar en el lector el interés de la razón de este grito, y no es hasta que interviene Pablito que se revela.