sábado, abril 03, 2010

Vuelvo

De las noches y los días en que entrecierro los ojos y me encuentro a miles de kilómetros rodeado de agua de mar, y bajo mis pies, suave y tibia arena.

Las sentencias que dictan mis dedos acontecen en remotos lugares de mi mente, que contagiados por celosos vaivenes de mis persianas, se dejan denotar en severas encrucijadas de connotaciones soberbias, turbias pero tibias, y remansas bajo mis delirantes pensamientos.

Cómo deseo que estés aquí, aunque últimamente me han asaltado pensamientos de que tal vez hablaras mal de mí... y aún así, desearía que estuvieras aquí.

En movimientos taciturnos a través de los vaivenes estocásticos de mis persianas, escucho un "pásele pásele" en el wish you were here con Tom Yorke. No importa. Realmente no me importa.

En el espacio existente entre mi viejo cubo rubik (aquel cubo descolorido con trazas de letras semiborrosas), y el cubo de IT de mi antiguo trabajo, existes tú. No sé si desearía que estuvieras un poco más presente. Un poco más aquí.

Un día mi héroe se transformó en fantasma, y mi papel dentro de la jaula se esfumó. Desde entonces viajo de jaula en jaula buscando protagónicos. El mismo miedo de siempre, el de ser simplemente un mono cilindrero en la farsa de la vida. El mismo miedo de siempre.

Mosca soy. Mosca soy y comprendo poco o nada del lugar en el que estoy. Más sin embargo, nunca llego a ser consciente de que siempre, siempre me he de posar en el estiércol de los humanos.

Canto una vez más a través de estos pasillos llenos de mi purpúrea sangre. Sangre que escapa a través de hermosas cruces de luz que me liberan de estos brazos inertes y fríos. Que fría es la soledad de esta bañera tibia. Floto sobre mí, y chapoteo para volver a asangretizar en mis frías piernas.

Corro de nuevo bajo la primer brisa de agosto, por los pastizales verdes sin fin, que solamente revelan el más puro cielo azul. A mi derecha los cerros. A mi izquierda el valle. Detrás de mi, nada. Delante de mi, todo.

Connotaciones, siempre connotaciones.

Vuelvo a la casa de selva.

Vuelvo a los pasillos.

Vuelvo a volar como mosca.

Vuelvo a cantar junto a ti.

Vuelvo a sobrevolar el océano hacia a ti.

Vuelvo a caminar en tardes de otoño contigo.

Vuelvo a ver el sol desde su nacimiento hasta el ocaso, contigo.

Vuelvo, siempre vuelvo.

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