En la combinaciòn del espacio tiempo en el que los entrecejos cotidianos conversan, contemplan y descienden de la agamosa fragancia de una noche pastosa pero deliciosa, me conmemora a reposar sobre cómodas flores estampadas sobre lienzos amarrados al ominoso esqueleto estructural de mi antigua, cara, ceremoniosa pero siempre bien buscada hamaca.
Contemplativa parsimonia con la que la aguja recorre el dodecaedro de mi muñeca y tremula inconsciente en mis màs oscuros recuerdos de un dia del que ya no me acuerdo. Gris es mañana y turbio es hoy. Sòlo la noche tiene un brillo momentàneo sin memoria, sin anhelos, sin sueños.
Estamos por que estamos y luchamos por seguir estando, nunca por lo que somos o por lo que fuimos, somos cobardes mentecatos que preferimos; estar que ser; pasar que vivir; quedar que dejar.
Quedados de todo y de todos.
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